AGOTADO, Disponible en el Vetconsultor.
Ficha técnica:
ISBN: 9788487736872
Materia: Coprologia
Nº de páginas: 127
Nº de fotografías: 161
País Edición: España
Materia: Coprologia
Nº de páginas: 127
Nº de fotografías: 161
País Edición: España
El examen coprológico proporciona información muy valiosa acerca del estado sanitario del animal, en especial respecto a la presencia de parásitos gastrointestinales y broncopulmonares.
La manera en que estos parásitos consiguen cerrar sus ciclos biológicos es liberando sus formas de resistencia junto con las heces del animal. De este modo, contribuyen a la supervivencia de la especie y a la dispersión de los agentes.
Los métodos para el examen coprológico comprenden, por lo general, una serie de técnicas bastante sencillas de realizar. En la gran mayoría de ellas el dispendio necesario es mínimo y, sin embargo, ofrecen mucha información al clínico veterinario. Si bien las técnicas no son complejas, sí lo es un poco más la identificación de las formas parasitarias, por lo que resulta de gran utilidad disponer de imágenes reales que puedan servir de ayuda en este paso.
Existen varias razones por las que debe realizarse un buen diagnóstico parasitario. Por un lado, cabe citar que una errónea identificación del parásito puede llevar a un fracaso del tratamiento, puesto que no existe un único antiparasitario para todos ellos, y hay una gran diversidad. Filos enteros de parásitos son tolerantes a ciertos principios activos, y los mismos principios activos son muy eficaces frente a otros grupos. Por ejemplo, los protozoos no se ven afectados por la ivermectina, mientras que esta es muy eficaz en la lucha contra los artrópodos o los nematodos. Por otra parte, es importante identificar qué especie se encuentra en el animal, ya que hay muchos parásitos que pueden transmitirse al hombre y dar lugar a las conocidas como enfermedades zoonóticas o zoonosis, algunas de las cuales son tan graves como la hidatidosis y otras tienen menor importancia, como la dipilidiasis. Por último, también es interesante realizar estudios coprológicos para conocer si se han producido fallos en la desparasitación o si, por el contrario, ha tenido éxito el tratamiento. Además, pueden ayudar a detectar la aparición de resistencias frente a los antiparasitarios.
La mayoría de los propietarios de mascotas desconocen la importancia que puede tener un estudio coprológico en sus animales. Será el veterinario quien incida en la necesidad de realizar este tipo de análisis, tanto para la salud de los animales como para la de los propios dueños. La frecuencia con que deben hacerse dependerá, entre otros factores, de las costumbres del animal, el hábitat, la edad, etc. Por lo general, en los cachorros se aconsejan de dos a cuatro coprologías anuales, y en los adultos entre una y dos. Es preferible hacerlas antes de las desparasitaciones periódicas.
Los parásitos, durante su ciclo biológico, pasan por diferentes estadios (por ejemplo, huevos, quistes, larvas). De todos ellos, habrá uno que se utilizará para la identificación de los parásitos, recibiendo el nombre de forma diagnóstica. La presente obra aporta información acerca de la forma, el tamaño, la técnica recomendada, la especie hospedadora, la frecuencia de aparición y si se trata de una enfermedad zoonótica o no, para cada parásito en concreto de los más frecuentes en perros y gatos.
Los métodos para el examen coprológico comprenden, por lo general, una serie de técnicas bastante sencillas de realizar. En la gran mayoría de ellas el dispendio necesario es mínimo y, sin embargo, ofrecen mucha información al clínico veterinario. Si bien las técnicas no son complejas, sí lo es un poco más la identificación de las formas parasitarias, por lo que resulta de gran utilidad disponer de imágenes reales que puedan servir de ayuda en este paso.
Existen varias razones por las que debe realizarse un buen diagnóstico parasitario. Por un lado, cabe citar que una errónea identificación del parásito puede llevar a un fracaso del tratamiento, puesto que no existe un único antiparasitario para todos ellos, y hay una gran diversidad. Filos enteros de parásitos son tolerantes a ciertos principios activos, y los mismos principios activos son muy eficaces frente a otros grupos. Por ejemplo, los protozoos no se ven afectados por la ivermectina, mientras que esta es muy eficaz en la lucha contra los artrópodos o los nematodos. Por otra parte, es importante identificar qué especie se encuentra en el animal, ya que hay muchos parásitos que pueden transmitirse al hombre y dar lugar a las conocidas como enfermedades zoonóticas o zoonosis, algunas de las cuales son tan graves como la hidatidosis y otras tienen menor importancia, como la dipilidiasis. Por último, también es interesante realizar estudios coprológicos para conocer si se han producido fallos en la desparasitación o si, por el contrario, ha tenido éxito el tratamiento. Además, pueden ayudar a detectar la aparición de resistencias frente a los antiparasitarios.
La mayoría de los propietarios de mascotas desconocen la importancia que puede tener un estudio coprológico en sus animales. Será el veterinario quien incida en la necesidad de realizar este tipo de análisis, tanto para la salud de los animales como para la de los propios dueños. La frecuencia con que deben hacerse dependerá, entre otros factores, de las costumbres del animal, el hábitat, la edad, etc. Por lo general, en los cachorros se aconsejan de dos a cuatro coprologías anuales, y en los adultos entre una y dos. Es preferible hacerlas antes de las desparasitaciones periódicas.
Los parásitos, durante su ciclo biológico, pasan por diferentes estadios (por ejemplo, huevos, quistes, larvas). De todos ellos, habrá uno que se utilizará para la identificación de los parásitos, recibiendo el nombre de forma diagnóstica. La presente obra aporta información acerca de la forma, el tamaño, la técnica recomendada, la especie hospedadora, la frecuencia de aparición y si se trata de una enfermedad zoonótica o no, para cada parásito en concreto de los más frecuentes en perros y gatos.
Introducción
Toma de muestras
Examen macroscópico
Examen microscópico
Técnicas de diagnóstico
Extensión directa en fresco
Extensión y tinción
Métodos de concentración
Técnica de flotación
Técnica de sedimentación en copa
Técnica de filtración comercial: Uranotest® Copro
Migración larvaria: método de Baermann-Wetzel modificado
para animales de compañía
Tratamientos
Parásitos
1. Protozoos
1.1. Giardia duodenalis
1.1.1. Trofozoíto
1.1.2. Quiste
1.2. Tritrichomonas spp
1.3. Entamoeba histolytica
1.3.1. Trofozoíto
1.3.2. Quiste
1.4. Balantidium coli
1.4.1. Trofozoíto
1.4.2. Quiste
1.5. Cryptosporidium spp.
1.6. Sarcocystis spp.
1.7. Toxoplasma gondii
1.8. Coccidios (Isospora/Cystoisospora, Neospora,
Hammondia y Besnoitia)
2. Trematodos
2.1. Fasciola hepatica
2.2. Dicrocoelium dendriticum.
2.3. Otras trematodosis
3. Cestodos
3.1. Dipylidium caninum
3.2. Taenia spp.
3.3. Echinococcus
3.4. Diphyllobothrium latum
4. Nematodos
4.1. Strongyloides stercoralis
4.2. Trichuris vulpis.
4.3. Capillaria aerophilus (Eucoleus aerophilus)
4.4. Toxocara canis
4.5. Toxocara cati
4.6. Toxascaris leonina
4.7. Ancylostoma spp.
4.8. Spirocerca lupi
4.9. Aelurostrongylus abstrusus, Oslerus rostratus
y Troglostrongylus spp.
4.10. Angyostrongylus vasorum
5. Artefactos
Ver índice
Toma de muestras
Examen macroscópico
Examen microscópico
Técnicas de diagnóstico
Extensión directa en fresco
Extensión y tinción
Métodos de concentración
Técnica de flotación
Técnica de sedimentación en copa
Técnica de filtración comercial: Uranotest® Copro
Migración larvaria: método de Baermann-Wetzel modificado
para animales de compañía
Tratamientos
Parásitos
1. Protozoos
1.1. Giardia duodenalis
1.1.1. Trofozoíto
1.1.2. Quiste
1.2. Tritrichomonas spp
1.3. Entamoeba histolytica
1.3.1. Trofozoíto
1.3.2. Quiste
1.4. Balantidium coli
1.4.1. Trofozoíto
1.4.2. Quiste
1.5. Cryptosporidium spp.
1.6. Sarcocystis spp.
1.7. Toxoplasma gondii
1.8. Coccidios (Isospora/Cystoisospora, Neospora,
Hammondia y Besnoitia)
2. Trematodos
2.1. Fasciola hepatica
2.2. Dicrocoelium dendriticum.
2.3. Otras trematodosis
3. Cestodos
3.1. Dipylidium caninum
3.2. Taenia spp.
3.3. Echinococcus
3.4. Diphyllobothrium latum
4. Nematodos
4.1. Strongyloides stercoralis
4.2. Trichuris vulpis.
4.3. Capillaria aerophilus (Eucoleus aerophilus)
4.4. Toxocara canis
4.5. Toxocara cati
4.6. Toxascaris leonina
4.7. Ancylostoma spp.
4.8. Spirocerca lupi
4.9. Aelurostrongylus abstrusus, Oslerus rostratus
y Troglostrongylus spp.
4.10. Angyostrongylus vasorum
5. Artefactos